Los caminos de la Vida
El camino del sufrimiento
Ayer, después de regañaros mientras redactaba el camino de la gratitud, me sorprendí a mí misma quejándome de la enfermedad de mi madre. Somos humanos, no perfectos, y la enfermedad de mi madre es mi actual camino de sufrimiento.
He dedicado siete artículos en este mismo sitio web a combatir el sufrimiento, pero ahora quiero añadir algo y es que sufrir nos ayuda a entender, compartir y sentir el sufrimiento de los demás. Sufrir nos hace crecer y amar.
Para consolar a quienes sufren te recomiendo escuchar. Simplemente escuchar puede ser la mejor ayuda. Aconseja solamente cuando estés muy seguro de lo que vas a decir y comparte tu experiencia en blogs como este si crees que puedes aportar algo.
Gracias por estar ahí.
El camino de la gratitud
Vamos, vamos, vale ya de tanta queja. Seguro que, si te lo propones, encuentras motivos por los que sentir gratitud.
Hoy agradezco mis proyectos, mi confianza en la Vida, mi capacidad para escribir, los mensajes inspiradores que encuentro en redes sociales, mi fe, el valor y la inspiración para escribir en este blog, mí capacidad para amar, mi paz, el cariño de Pelusa, mi gata, y el de Hedi, mi perra...
En mi vida también hay tristeza, también hay problemas, pero agradezco hasta el dolor porque me convierte en alguien sensible, capaz de entender y compartir el dolor de los demás.
Agradezco de la vida lo bueno y lo malo porque, todo, me lleva a ser quien soy. ¿Y tú?
El camino del perdón
Tiene mucho que ver con el camino del amor y con el del sufrimiento.
Vivir sin ser consciente de la realidad, sin calibrar las consecuencias de nuestros actos, daña a los demás. Pero hay quien ni siquiera se da cuenta del dolor que causa.
Sin embargo yo te propongo que perdones, que no guardes rencor, que mantengas la paz en tu interior. No lo hagas por quien te ha hecho daño, que por otro lado es digno de compasión, hazlo por ti. Hazlo para mantener intactos el amor y la ternura en tu interior. Y cuando te sientas tentado por la venganza, que puede pasar si te provocan una y otra vez, sé consciente de que tu enemigo es digno de compasión, bien porque no es consciente de la realidad, bien porque no tiene la conciencia tranquila.
Elige conscientemente el amor, no permitas ni un segundo de odio en tu interior, pero defiéndete, que no te hagan daño, porque tú te amas. Quiérete.
Que nadie te convierta en una víctima, que nadie perturbe tu paz.
El camino de la oración
No te avergüence reconocerlo: casi todos nosotros empezamos a rezar guiados por la desesperación y el miedo. Lo importante es continuar rezando pasados los malos momentos y lo maravilloso es hacerlo con gratitud.
Yo tuve cierta suerte. Cuando quise rezar me encontré con que había olvidado las oraciones tradicionales de la infancia y me dirigí a Dios con mis propias palabras. Para mí es la mejor manera de hacerlo pues al usar mis palabras despierto emociones y sentimientos que me mantienen en contacto con la Vida.
Es un camino muy hermoso el de la oración. Durante mucho tiempo pensé que Dios no me escuchaba pero ahora sé que escucha cada plegaria y responde a su manera. Siento una gratitud inmensa y eso es otra forma de rezar.
El camino del amor
Es ineludible. Si no amas, no has vivido. El amor da sentido a la vida.
Da igual a quien ames. Puedes amar a tus hijos, tu pareja, tus padres, otros familiares, tu perro, tu gato, tus amigos... puedes amar a la Vida. El caso es amar.
Y no te voy a dar indicaciones para amar. Tu corazón sabe. Lo único que te recuerdo es que no te olvides de amar a tu propio ser. Quiérete. Respétate y hazte respetar y, si te hieren, retírate un tiempo para recuperarte, da igual si se enfadan. Cuídate.
Ámate en la misma medida que amas a los demás.
Los caminos de la Vida
Este blog trata de los caminos de desarrollo personal que pueden ayudarnos a alcanzar la mejor versión de nosotros mismos. Implican ejercer la creatividad sobre nuestro propio ser. Creatividad en el sentido de crear belleza, sí, pero también en el de buscar soluciones originales a nuestros problemas.
Destacan el camino del amor, el de la oración, el de la meditación, el del arte, el del sufrimiento, el del placer, el de la vocación personal, profesional o religiosa, el de los sueños, el del voluntariado y el de la espiritualidad.
Estos caminos ya forman parte, en mayor o menor medida de nuestro día a día. Lo que propongo es elegir uno o varios y seguirlos de manera consciente y voluntaria.
Te aseguro que si lo haces tu vida se va a transformar. Vas a evolucionar y muy probablemente todo tu entorno se transforme. La Vida es mágica.